Dos colombianos en Quito

Felipe y Catalina son parte del equipo que conforma Guanga, un café/bar que recién abre sus puertas en el centro de Quito y busca expandirse como una opción distinta a los locales que actualmente se encuentran en la zona. Felipe y Catalina son colombianos y ahora viven en Ecuador.

Un accidente en moto obligó a Felipe a mudarse para quedar al cuidado de su padre. Llevaba más de un año en Ecuador pero solo tenía 8 meses en Quito al momento de esta entrevista. Por su parte Catalina llegó directo a Quito con la oferta de trabajo en Guanga y le pareció una excelente oportunidad para conocer. No tenía ni un mes en la ciudad.

Ambos sienten que Quito tiene muchas similitudes con Bogotá, hablan de la geografía y el clima como un punto en común que los hace sentir como en casa, incluso Felipe la compara con la Bogotá de los 90, dice que es un época que no tuvo la oportunidad de vivir, Catalina complementa hablando de Quito como una ciudad mucho más segura y que por eso es más fácil de disfrutar. Estos aspectos los ayudan a sentir que son residentes de esta creciente capital.

Para Felipe el principal reto que lo sacó de su zona de confort fue el hecho de no conocer a nadie, dice que estar solo es difícil, que buscar empleo es complicado y que muchas veces como extranjero los temas migratorios lo hacen aún más enredado. Pero menciona que la necesidad obliga a darse cuenta de quien eres y demostrar tu potencial, que el hecho de no tener un amigo que te preste 10 dólares te obliga a hacer mucho y eso lleva a grandes cosas.

“No conocer a nadie es durísimo”

Ambos sienten que Quito es una ciudad muy segura, creen que eso la caracteriza y la resalta frente a otras ciudades. Catalina hace especial mención a como es ser mujer en esa ciudad, es mucho más cómodo y respetuoso.

Llevan su patria en el corazón, su comida y sus costumbres, buscan hacer un esfuerzo por demostrar el aspecto más trabajador de su nacionalidad, sienten que en Ecuador todavía hay una fama que le pesa al colombiano y quieren ayudar a cambiarla.

Les pedimos una recomendación para viajeros y emprendedores. Catalina recomienda no darle mucho pensamiento a las cosas y entregarse al como vaya viniendo vamos viendo

“Obviamente con cuidado no, el mundo está lleno de gente buena y gente mala, ahí hay que estar como despierto… y llevar la maleta liviana, para viajar harto”

Visualizan su estadía a mediano plazo, a pesar de que en Ecuador es fácil hacer negocios. Dicen que la gente es receptiva y amable, Felipe comenta que una vez que uno sale de su país se le abre como una sed de conocer aún más, dice que lo haría mil veces e incluso comenta que tiene planes de comprarse una kombi para ir a recorrer el mundo. Nos mira y sonríe.

La Guanga es un concepto en crecimiento y desde que los visitamos cambiaron de local, ahora convirtieron una gallera en un restaurant y centro cultural. Si estás de paso por Quito lo puedes visitar en la calle Pedro Calixto n5-17, Quito. 

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